Notas detalladas sobre Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo
Notas detalladas sobre Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo
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Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección cariñoso a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad.
2 Lágrimas de temor por los propios pecados. Son las de los que se levantan del pecado por temor al castigo: el temor les hace lamentar. Su motivación no es perfecta, pues no hay necesariamente arrepentimiento.
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¡Ah! ¡cómo debisteis sin embargo valorar entonces toda la vastedad y acerbidad de los dolores que había de sufrir vuestro tierno corazón! ¡cómo visteis no obstante entonces a vuestro dilectísimo Hijo desangrado y sediento en el ara de la santa cruz, sin poderle adivinar el mas pequeño lenitivo vuestro cuidadoso afecto, sumiso y resignado a los decretos severísimos del infinito Padre!
Oración: Oh Doncella María, por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente a tan lejanos lugares, pasando grandes penalidades y zozobras, pido que me fortalezcas cuando me vea allí de mis seres queridos y de mi hogar.
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Te pido por todos los que están en esa dolorosa situación. No permitas que desfallezca en mi Certidumbre y hazme advertir siempre tu cuidadoso presencia.
“He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la bienestar eterna pero que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y Gozada eterno.”
La liturgia de la celebración de los Dolores de la Doncella es de origen Teutónico. En 1423 el arzobispo de Colonia, Teodorico de Neurs la instituye para reparar las burlas que los herejes hacían a las imágenes de la Inexplorado Dolorosa y en 1727 el Papa Benedicto XIII la propago a toda la Iglesia. El hecho de que se celebre el 15 de septiembre se debió a que desde 1688 los religiosos Servitas celebraron en esa data la fiesta de los dolores de la Doncella, fiesta que PIO VII extendió a toda la cristiandad en 1814.
¡Ah! ¡que no hay entendimiento que pueda comprender, ni fortaleza que pueda resistir la desgarradora pinta de ese cuadro desoladísimo que presenta la Virginal en su amarga soledad!
Señor mío Redentor, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi SeñAhora la Inexplorado María cuando te vio cargado con el infame madero de la Cruz yendo dócil al suplicio; por este dolor te pido las virtudes que por el pecado perdí.
Rezar el Rosario de los Siete Dolores de la Inexplorado María es una actos devocional que nos permite unirnos a la Raíz de Jehová en su sufrimiento y encontrar consuelo, fortaleza y confianza en su intercesión cuidadoso.
Señor mío Jesucristo, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi SeñYa la Doncella María al tenerte en sus brazos y contemplar tus mortales heridas: por este dolor te pido una verdadera devoción a tu Pasión y muerte.
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